La región de América Latina y el Caribe fue desde tiempos inmemoriales un gran reservorio de vida natural, inmensas extensiones de tierras vírgenes junto a una flora y fauna desbordantes de belleza.
Hoy en día se convierte aún más en un tesoro buscado por viajeros, investigadores, científicos, ingenieros, fotógrafos y aquellos curiosos que desean descubrir sus maravillas.
Esta área posee el 40% de la biodiversidad del mundo y alberga siete de los 25 puntos críticos acerca del cambio climático. Está formada por 11 de los 14 biomas terrestres y por el segundo sistema de arrecifes más grande del planeta. Contiene más del 30% del agua dulce disponible y casi el 50% de los bosques tropicales que existen en la Tierra. .
Dicho capital natural no sólo es importante como reserva o hábitat, sino que también genera beneficios significativos para el desarrollo y bienestar humano.
La naturaleza impulsa la economía, es un activo global vital que nos proporciona bienes y servicios como alimento, aire y agua. Invertir en ella es interesante pero se debe abordar inteligentemente, con una gran conciencia de sustentabilidad. Todas las actividades económicas dependen fundamentalmente de lo que ella nos brinda al punto que más de la mitad del PBI mundial se genera gracias a su existencia.
Asimismo, genera beneficios sobre la regulación climática y la resiliencia. Los océanos y los ecosistemas terrestres globales están absorbiendo cada uno el 25% de las emisiones de carbono. Por todo esto y más, debería ser el foco de nuestra respuesta ante los cambios mundiales que se están produciendo.
Desafortunadamente, somos testigos de la destrucción de bosques y otros hábitats, del descenso más rápido de biodiversidad jamás registrado. Si deseamos revertir esta situación, debemos impulsar la incorporación de la naturaleza en los procesos de toma de decisiones, comenzar nuevas planificaciones, potenciar y demandar aumentos en los financiamientos globales destinados a la conservación así como a la restauración del ecosistema, teniendo así una visión integral de este valioso capital.
En Sadhu se llevará a cabo un plan de sostenibilidad en todos los procesos de su ejecución, disminuyendo la huella de carbono, el impacto ambiental y contemplando la eficiencia en el uso del agua así como de las fuentes de energía. De esta forma se logrará un equilibrio perfecto con el medio ambiente.
Trabajemos todos juntos como humanidad aportando nuestro granito de arena. Desde la función que ejerzamos o las posibilidades que tengamos al alcance intentemos amplificar la visión en relación al planeta. La Tierra nos sostiene, nos cobija y permite que evolucionemos en un ambiente óptimo, teniendo la posibilidad de respirar aire puro todos los días.
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