Viajar para encontrarse a sí mismo es uno de los viajes imprescindibles que hay que hacer por lo menos una vez en la vida. Para lograr el objetivo de conectar con nuestra voz interior, emociones, reestructurar nuestra realidad o definir nuevas metas, resulta muy eficiente salir de la rutina y de nuestros lugares comunes. Por eso es fundamental optar por un destino que nos ofrezca desconexión del mundo y nos permita conectar con la naturaleza.
Un lugar increíble para hacer un viaje de esta naturaleza es Tulum. La pequeña ciudad caribeña tiene un magnetismo especial que atrae a viajeros de todo el mundo. La razones son evidentes: la exuberante selva tropical, los impresionantes cenotes y lagunas de aguas cristalinas, el mar turquesa y arena blanca de belleza exquisita. Pero no sólo eso, es su atmósfera bohochic -también conocida como barefoot luxury o lujo descalzo- lo que la convierte en un auténtico edén.
Si bien el caribe mexicano es famoso por su agitada vida nocturna, aquí la gente prefiere las sesiones de meditación, yoga, sound healing y cualquier tipo de ceremonia chamánica que se te pueda ocurrir. Esto la convierte en un buen sitio para iniciarte en este tipo de prácticas que te permitirán conectar contigo mismo sin perder un gramo de estilo.
Imagínate a ti mismo despertando en medio de la jungla con los primeros rayos del sol y cantos de aves. Respiras hondo, estiras y das gracias. Después te diriges a una clase de yoga y conoces nuevos amigos de ideas afines. Por las noches un cielo lleno de estrellas y la sinfonía de sonidos de la selva. Eso es lo que nos ofrece Tulum.
Te recomiendo rentar una bicicleta para que así puedas disfrutar de las bellezas que tiene Tulum como las ruinas mayas, un destino obligado que no te puedes perder. La laguna de Kaan Lum es otro must, por sus cristalinas aguas, además de que tiene arena sulfurosa que muchos aseguran tienen propiedades benéficas para la piel. Tulum es el destino de moda en el mundo para disfrutar un día de playa, así que aprovecha para ir a descubrir por tu propia cuenta la magia del litoral caribeño.
Encontrarse a sí mismo no siempre requiere de aislamiento, sino de exponerse a situaciones, sensaciones y gente nueva. Aquí tenemos otro punto fuerte de Tulum: su comunidad internacional que te permite conectar con personas de muchas culturas y aprender del otro; porque es en ese momento cuando también descubres cosas nuevas de ti mismo y tu propia cultura.
En fin, por esta y muchas razones más, Tulum es un destino que inundará tu percepción de nuevos aromas, sensaciones, personas y más; para descubrir nuevas aristas de tu ser que no sabías que tenías.
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